
martes, 31 de marzo de 2009
martes, 19 de junio de 2007
FESTINIÑOS DE ANAQUERONTE

I FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO, TÍTERES Y CUENTOS PARA NIÑOS
“FESTINIÑOS”
La Asociación Cultural Anaqueronte, con el patrocinio de Sociedad Minera Cero Verde presentarán "FESTINIÑOS” I FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO, TÍTERES Y CUENTOS PARA NIÑOS en las instalaciones del Teatro del Centro Cultural Peruano Norteamericano (Calle Melgar 109), del 21 al 24 de junio del 2007; gracias al auspicio del Cultural, el Instituto Nacional de Cultura y Consorcio Bon Gourmet.
Bajo la dirección de Javier Valencia, nos ofrecerá el I Festival Internacional de Teatro, Títeres y Cuentos para Niños y Adolescentes “FESTINIÑOS”, en el cual destacados artistas y grupos de teatro de Argentina, México y Perú, nos ofrecerán variadas comedias, clown, cuentos, títeres y musicales, que permitirán redescubrir el Teatro y las actividades para niños y adolescentes dándole su condición de arte teatral y no de arte menor; así como el valor fundamental en el crecimiento y desarrollo educativo, psicológico y cultural de los mismos.
FUNCIONES
Jueves 21 y viernes 22 : 7.00 p.m. y 8.00 p.m.
Sábado 23 y domingo 24 : 11.30 a.m. - 4.00 p.m. - 6.00 p.m. y 7.30 p.m.
Lugar : Teatro del Cultural ( Melgar 109)
Venta de Entradas y Abonos: Teatro del Cultural y Saga Falabella
PARTICIPANTES
Teatro Express de México, Teatro María Castaña y Títeres Paradiso de Argentina, Escuela Nacional De Arte Dramático de Lima, Denja Artes Escénicas y la Agrupación Voces Entre Tablas de Arequipa.
Adicionalmente se realizarán talleres y clases maestras dirigido a estudiantes, profesores y profesionales de educación y arte.
jueves, 22 de marzo de 2007
Siento el latigazo final
bajo el brazo.
Fuerzo una rendija en el aire
para respirar prisiones de parejas
manejar rutas raras, inciertas,
conocer el triste ruido del serrucho.
Me inunda la certeza que construyen
la habitación final con clavos,
cuerdas, maderos,
mi cuerpo extendido,
distante.
Resplandece la cruz de mis poemas.
Un manantial de amigos desolados
me inquieta como agujas climatéricas,
más no puedo acompañarlos
no merecen tanta pena
y desgarro.
Mi músculo risorio se enerva.
Sólo en espasmo de humanidad
- una excusa para tomar aire -
Sufre desmembrada diástole
gastando insuficientes plaquetas, agua,
como queriendo reponer
fragmentado corazón
de carnales vientres
prohibidos.
Descifro el lenguaje desnudo
del eremita guardián de la palabra
que me delata mi anticipado fantasma
en la sombra cruzada de maderos
del atardecer de mi muerte
en asfixiante víspera,
descarriada.
Y levanto la mirada
en busca del postillón.
Lo veo empalando mis dominios
danzando el escuálido testamento
y planta su desvencijado callado
en sangrante fango
de mis verticales
talones.
Saca un trapo de su costilla
y me seca el sudor de polillas
menstruando
y arranca mi sexo
puesto a secar.
Entablilla mis órganos menores
que no caben en mis desnudos zapatos.
Desperdiga montañas de chillidos
al no poder penetrar en mi erguido pecho,
se ahoga, crece, duplica, se nutre
en medianía de mi sombra,
y algún secuaz espectro
ofrece lascivo látigo.
filudo.
Y en legítima defensa le esputo
un verso de amor no pronunciado
y lo cubro de vejez.
inmortalidad,
fluidez.
Decide expulsarme.
Anodino,
camino desertado
y ...me pesa.
bajo el brazo.
Fuerzo una rendija en el aire
para respirar prisiones de parejas
manejar rutas raras, inciertas,
conocer el triste ruido del serrucho.
Me inunda la certeza que construyen
la habitación final con clavos,
cuerdas, maderos,
mi cuerpo extendido,
distante.
Resplandece la cruz de mis poemas.
Un manantial de amigos desolados
me inquieta como agujas climatéricas,
más no puedo acompañarlos
no merecen tanta pena
y desgarro.
Mi músculo risorio se enerva.
Sólo en espasmo de humanidad
- una excusa para tomar aire -
Sufre desmembrada diástole
gastando insuficientes plaquetas, agua,
como queriendo reponer
fragmentado corazón
de carnales vientres
prohibidos.
Descifro el lenguaje desnudo
del eremita guardián de la palabra
que me delata mi anticipado fantasma
en la sombra cruzada de maderos
del atardecer de mi muerte
en asfixiante víspera,
descarriada.
Y levanto la mirada
en busca del postillón.
Lo veo empalando mis dominios
danzando el escuálido testamento
y planta su desvencijado callado
en sangrante fango
de mis verticales
talones.
Saca un trapo de su costilla
y me seca el sudor de polillas
menstruando
y arranca mi sexo
puesto a secar.
Entablilla mis órganos menores
que no caben en mis desnudos zapatos.
Desperdiga montañas de chillidos
al no poder penetrar en mi erguido pecho,
se ahoga, crece, duplica, se nutre
en medianía de mi sombra,
y algún secuaz espectro
ofrece lascivo látigo.
filudo.
Y en legítima defensa le esputo
un verso de amor no pronunciado
y lo cubro de vejez.
inmortalidad,
fluidez.
Decide expulsarme.
Anodino,
camino desertado
y ...me pesa.
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